Javier: Y cada "excusa"

Fue aquí donde no debí ser débil, debí tomar mi camino y seguir, después de todo aún no estaba enamorada de ti, ilusionada, si! y eso lo sabía combatir, después de tantos años sola y con chicos que aparecían y desaparecían era fácil lidiar con eso. No estuviste desde el Principio en cosas importantes para mi, me molesté porque después de ya hablar mucho tiempo me dejarás plantada y yo me había prometido no sufrir por nadie más; decidí no contestarte más.

Al día siguiente me escribiste e ignoré tu mensaje, estábamos en la biblioteca con Sofía hasta que ella me dijo que debería perdonarte que eras un buen chico ¿Cómo pude creerle? pero así fue, lo perdoné, empezó a "cambiar" e intentó verme seguido en esos meses que nos conocíamos (exacto, el cambio de Javier era momentáneo siempre duraba unas semanas y alguna excusa nueva debía existir) y formalizamos la relación.

Javier fue participe de mi creencia en Dios lo respetó y decidió realizar un retiro es aquí donde partirían nuevas cosas, cosas que en su momento me hacían sentir que Él era el

Indicado, salió del retiro "transformado” o al menos eso lo pensé porque un mes más tarde ocurriría una nueva desilusión...

Bastó una tarde para descubrir una traición más, Javier fue a la Universidad y me dejó su celular para que lo cargará (después de todo yo vivo a unas cuadras de su Universidad), nunca he sido de las que revisen el celular de su novio pero esa vez lo juro tenia una necesidad urgente de hacerlo (sexto sentido de mujer lo llaman) y así fue “quien busca encuentra” dice la gran frase...