TU Y YO: Cuentos que no terminaron con final feliz (PABLO Y DIEGO)
- Ana
- 4 dic 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 7 dic 2019
Aquel amor que te derrumba y te derrumba de verdad, esta historia comenzó con aquella amiga que te presenta a ese amigo el cual nunca lo habías visto y así empezó todo, un amor de esos en los que te vuelves creativa. Le das tarjetas, realizas un collage con todas sus fotos… bueno el amor por el que haces locuras: cambias tus amigos por EL, dejas de hacer las cosas por EL, quieres pasar más tiempo con El en fin. Pablo fue una parte importante de mi vida, marcó un antes y después pero no fue para bien… después de 3 meses de relación todo empezó a fallar, se volvió controlador, empezó a ser en otras palabras manipulador, no me dejaba ir a fiestas pero el salía con sus amigos, empezaron las mentiras, los reclamos, las noches de lágrimas, los besos vacíos y sin sentido.
Más de 365 días duró la agonía hasta un 14 de Febrero en el que por fin el calvario terminaría (y si! digo calvario porque ahora lo entiendo) no fue una relación sana pero sí una que me ayudó a comprender lo que me merecía y lo que no quería más en mi vida. Es aquí donde entra Diego a mi vida una persona que quería darlo todo por mí, una persona que estaba dispuesta a hacerme feliz… pero no era el momento para mí, estaba tan “enamorada de Pablo” que no pude darme cuenta del daño que me estaba causando y del amor que estaba perdiendo con Diego. Diego se encargó de escucharme, llantos iban y venían sin embargo no estuve lista y le causé heridas que serían irreparables incluso años después…
Ahora que lo entiendo, sé que: NUNCA DEBES BUSCAR CONSUELO EN ALGUIEN POR MÁS SOLO QUE TE SIENTAS. Ese fue ¡Mi peor castigo! Nunca quise que Pablo me hiciera daño ni yo hacerle daño a Diego pero así fue, aquí es donde mi vida empezó a tomar giros y giros de cambios: adelgace, tenía periodos de tristeza interminables (llanto, noches enteras sin dormir, falta de concentración en la U, pocas ganas de seguir…) luego llegaron los episodios de ¨superación momentánea¨ (fiestas, farras de miércoles a sábado, besos vacíos y más llanto), hasta que por fin llegó ese día, me armé de valor y dije: ¨NO MÁS¨ deje atrás a Pablo, no contesté más sus llamadas, bloquee todo rastro de ÉL en mi vida, borré todas sus fotos, recuerdo un día hablar con una de sus mejores amigas y ella me supo decir: ¨¡Te mereces una mejor persona princesa!¨ Estaré siempre agradecida con ella por su sinceridad y cariño. Borré cada una de las cosas que me recordaban a Él. En cuanto a Diego le explique lo que me pasaba le dije que no podía quererlo y pues no lo entendió, terminé alejándome de Él para no causarle más dolor.
¿Y cómo lo superé? Quédate conmigo y espera la próxima entrada….

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