Qué dulce sensación...
- Ana
- 6 abr 2020
- 4 Min. de lectura
Y así fue… paso un mes y una frase que colocó Joan en Whatsapp me pareció muy linda le respondí con unos emoticonos y empezamos a conversar, desde ahí no paramos, hablábamos día y noche nada fuera de lo común, preguntábamos lo normal en cómo iba nuestro día, me contaba de sus proyectos ya que esta por graduarse de arquitectura, hablamos día y noche…
Recuerdo una noche mientras veía una película y darme unas ganas locas de chocolates, algo que deben saber de mi es que no soy fan de los chocolates solo los como si son blancos o Ferrero jaja así que recordé los m&ms que Joan me había regalado y contarle que recién me los iba a comer, se sorprendió mucho y recuerdo que me dijo que: ¨¿cómo lo había logrado?¨ así que le conté que no era fan de este tipo de dulces pero que mi debilidad si eran las gomitas jaja. Pobre Joan lo que le tocó pasar…
En diciembre ustedes saben hay cenas por aquí y cenas por allá así que tuve el almuerzo navideño de mi trabajo, mientras hablábamos con Joan de cómo iba nuestro día, le comenté que quería ir a un café a lo que Joan respondió: ¨Si deseas podemos ir a un café¨ recuerdo tener tanto miedo de aceptar otro café con alguien fue ahí que me di cuenta lo insegura que me sentía al tener que aceptar algo nuevamente de alguien, ignoré su pregunta así que decidí continuar con la plática, después de varios minutos me volvió a preguntar si yo me animaba a ir por ese café… no puedo negar la preocupación y nerviosismo que sentía.
Habíamos conversado hace ya un mes desde la contestación a su estado en Whatsapp, así que decidí ir pero con una actitud super amigable a la final éramos eso solo amigos que se estaban conociendo. Recuerdo que tardo unos minutos en llegar y ahí estábamos saliendo por primera vez, recuerdo que esas dos horas que compartimos (si las contabilice) pasaron tan rápido pero fue una de las conversaciones más sanas y más lindas que tuve. Al llegar a mi casa nos quedamos charlando un poco más, recuerdo tocar temas importantes como sus desilusiones, las mías pero sobre todo lo que ninguno de los dos buscaba, así como dos amigos que se cuentan sus miedos y anhelos, hace tanto tiempo que no me sentía así, me saco sonrisas que solo yo sé, estaba tan feliz con El por aparecer así en mi vida y sobre todo estaba agradecida con Dios pero quería ser cautelosa así que ese día me porte lo más tranquila y entablamos una amistad cercana así lo sentí.
Basto un acto importante en el que sentí que mi corazón daba un salto de emoción sin que él lo supiera, al despedirnos Joan me dijo: Ani espera te traje algo… saco de uno de sus bolsillos unas gomitas y me dijo: Son para ti… Él no lo sabe pero recuerdo que ese detalle ese pequeñito detalle hizo que me pusiera a pensar como un chico puede fijarse en algo que le contaste hace mucho tiempo y te hiciera sentir tan importante. ¡Chicos no son los regalos caros son los detalles!
Continuamos hablando por mensajes, sonrisas ocultas tras una pantalla, Joan se estaba convirtiendo en alguien importante en mi vida y yo me estaba dando cuenta de eso pero mi yo de antes a lo que más miedo le ha tenido siempre es al futuro. Aunque no lo sepan chicos pero una mujer si idealiza muchas cosas y recuerdo decirle a Joan como era yo bueno en lo que me había convertido por relaciones pasadas: insegura, desconfiada de todo, difícil, caprichosa, egoísta en ocasiones. Nunca obtuve una mala respuesta de su parte nunca, y eso era algo que me estaba haciendo entender que quizás este chico se merecía una oportunidad sin embargo el miedo me invadía y siempre terminaba en algunos mensajes súper cortante, pero eso sí! Él se encargaba de hacerme sonreír siempre (mientras les escribo este blog escucho a Enrique Iglesias ¨…que salvarte a ti mil veces puede ser mi salvación¨). En eso te convertiste en mi vida!
Recuerdo viajar a mi ciudad para las festividades de Navidad y año nuevo, le comenté lo difícil que eran para mi estas fechas por tantas cosas que pasan en mi vida, me apoyo y me entendió hasta que me di cuenta que compartíamos historias similares, no me sentía tan identificada desde hace tanto y solo agradecía que alguien me entendiera lo que yo estaba sintiendo. Tuve que volver por unos pacientes a Quito así que Joan se animó a invitarme a salir de Nuevo.
Necesitaba aceptar esta salida, necesitaba con urgencia sentir que era de verdad lo que estaba pasando esta vez no era un café esta vez era una cita de verdad, estábamos hablando día y noche, tenía que saber que pasaba que era lo que este chico que por coincidencias de la vida había encontrado en el camino y algo era más fuerte, necesitaba un abrazo de Él…

Comments